- ¿Y donde dices que vas?
- A Bolivia, al departamento de Santa Cruz.Cuando hacía el bachillerato la historia de "la conquista" se contaba en un tono grandilocuente con españoles buenísimos que viajaban por el imperio donde no se ponía el sol, salvando indígenas. Los dibujos de mis libros los presentaban con morrión y barba, fraile con cruz e indios idénticos y con un corte de pelo con flequillo y melenita de las que se veían en las películas. Años después, en democracia, en un pendulazo muy español, se revisó todo pasando al extremo contrario. Imagino que ahora la historia se enseñará más equilibrada de como la cuentan algunos guías turísticos de Perú, pero en cualquier caso las clases se dedican a los conquistadores estrella como Pizarro, Cortés (Malinche incluida), Orellana, Nuñez de Balboa y compañía. Frente a ellos poco puede hacer el también extremeño Ñuflo de Chavez del que poco se habla y que nació en un pueblo de Cáceres que se llamaba, y se llama ,Santa Cruz de la Sierra. Original razón por la que Ñuflo, que fue de los primeros europeos en recorrer por tierra Sudamérica de este a oeste, al fundar la ciudad la llamó como su pueblo y la marcó para siempre con una de las mejores cosas que tiene: el nombre.
Tuvieron suerte porque en España hay pueblos con nombres muy bonitos, Trujillo sin ir mas lejos. Pero también los hay muy feos y Nuño podía haber sido de alguno de los cientos de Villaalgo de Arriba o Abajo, o de uno de los Sotos, Sotillos, o similares. De ser así, ni la ciudad ni el departamento tendrían este nombre de Santa Cruz (Santa Cruz de la Sierra solo la ciudad) que pega para todo ya sea una batalla, un revuelta, una carabela de Colón, un cañón, un departamento o una gesta identitaria. Con la ventaja de que en su nombre lleva el icono gráfico que lo representa con enormes posibilidades de "merchandising". Además, queda muy bien al dar vivas, cosa que no puede decirse de todos los sitios, y no doy ejemplos que la gente se molesta. Agradecidos como son, los cruceños nombran en su himno al fundador: "Bajo el cielo más puro de América / y en la sierra de Ñuflo de Chavez, / Libertad van trinando las aves..." Lo de las aves trinando libertad me parece una metáfora preciosa y el texto tiene su aquel porque cantar Ñuflo tiene mérito. Pero esa "Ñ" que tanto enreda, está dentro de una de las palabras mágicas de esta historia: cruceño. Lo cruceño sirve para todo, comida, estilo, personalidad, carácter, historia, valentía, y, que no falte, el orgullo. Todo puede ser cruceño y si lo juntamos nacen, el resto de las palabras del conjuro: el cruceñismo y la cruceñidad sobre los que se escribe y habla sin parar.
Volviendo al relato, Ñuflo fundó en 1561 la ciudad pero no donde está ahora sino a orillas del arroyo Sutó cerca de San José de Chiquitos en lo que ahora se llama "Santa Cruz la Vieja". De allí la trasladaron, dejando a los mosquitos vivir tranquilos hasta hoy, a la zona donde está Cotoca y por fin, en un tercer viaje, a su situación actual en la margen derecha del río Piraí, donde existía ya un asentamiento. Por eso algunos libros hablan de "la ciudad andariega" aunque lo que caminaban eran los habitantes, obvio, no los edificios. Suena un poco cursi para unos desplazamientos muy importantes ya que entre la primera y la última ubicación hay unos 200 kilómetros. Allí se quedaron quietos con su nombre que tan bien suena y que luego fue para el departamento entero pero sin el "de la Sierra". Aclaro que allí se pronuncia con una zeta final mucho más suave, mientras que nosotros le añadimos zetas para hacerlo más fuerte. Si se las ponemos a Madriz, que no la tiene, que menos que a Santa Cruzzzzz. Faltaría más.
La historia de la ciudad está en los libros y no la voy a a contar aquí. Superado el aislamiento de siglos, construyendo carreteras y lineas férreas, en los años 50 empieza poco a poco a cambiar y a modernizarse. Entonces aún se mantenía la estructura original del casco antiguo con casas de un solo piso y columnas blancas o de madera creando galerías para protegerse del sol, que hoy están deterioradas aunque se hace un esfuerzo por recuperarlas. En las fotografías más antiguas se ven esas galerías y unas calles sin pavimentar que se ponían imposibles de barro cuando llovía. El famoso plan Techint propuso para la ciudad un desarrollo urbano definido por una estructura de vías radio-concéntrica, los famosos anillos. En los últimos 60 años, acompañada de un fuerte enriquecimiento, ha pasado a ser una de las ciudades de mayor crecimiento del mundo y de las que más superficie ocupa en Sudamérica.
Podía haber puesto una foto de lo que es hoy con sus rascacielos, los anillos, los parques, los edificios públicos y esas cosas llamadas modernas. Pero las viejas imágenes en blanco y negro, tienen un sabor y un encanto especial. Como de heroína paseando por la sombra de las galerías con sombrero de panamá de ala ancha a lo María Felix. Por eso escogí la de arriba en la que, junto con las columnas que tanto me gustan y de las que tan pocas quedan, se ve a los ciudadanos en barricada rifle en mano, aunque no puedo especificar de que levantamiento cívico concreto se trata. Tiene la foto un aire de gente formal en rebelión, con traje y todo, muy elegante, muy cruceño. Como si supieran que además de hacer historia de la cruceñidad tienen que sacar adelante el negocio: casi una síntesis de su historia y su forma de ser.Y, ya puestos, me los imagino cantando con entusiasmo cruceñista aquello de "En la historia dejemos escrito, repitiendo de Warnes el grito: "A vencer o con gloria morir". Y todo esto en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, bajo el cielo más puro de América.
Precioso relato.
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